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Visa pour l’image 2010

La razón principal por la que escogí Perpignan en mis vacaciones de septiembre, es porque quería asistir al Festival Internacional de Fotoperiodismo que se celebra en dicha localidad, Visa pour l’image, y que en el año 2010 celebraba su XXII edición.

Visa pour l'image

Para citar a la verdad, cuando planee mis vacaciones no había contemplado dicho festival, únicamente tenía en mente Girona, y sus alrededores, pero al mencionar que me iba de visita por la Catalunya-nord en las redes sociales, me recomendaron que asistiera al festival, conocedores algunos amigos, de mi reciente interés por la fotografía. La visita no fue ni mucho menos decepcionante, el festival me cautivo desde un inicio, ya que las exposiciones estaban muy bien estructuradas.


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La edición 2010 proponía 27 exposiciones con reportajes o antologías fotográficas repartidas por toda la ciudad sobre los temas más diversos, de la guerra a los hechos de sociedad, la naturaleza, el medio ambiente, las religiones, «y grandes lacras de nuestro tiempo», según subrayaban los organizadores. Los trabajos seleccionados en esta edición fueron los de de William Albert Allard, Walter Astrada, Antonio Bolfo, Stephen Dupont, Hubert Fanthomme,Corentin Fohlen, Danielle & Olivier Föllmi, Cédric Gerbehaye, Guillaume Herbaut, William Klein, Grégoire Korganow, Olivier Laban-Mattei, Tanguy Loyzance y Justyna Mielnikiewicz. En 2009, se registraron más de 199.000 entradas, entre ellas las de más de 3.500 profesionales del mundo entero, según datos de Efe.


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Podreís encontrar mucha más información de Visa pour l’image en su web oficial, así como en la Wikipedia.

Diferencio entre el sector privado y público

Yin-YanEn esta sociedad hay dos tipos de ámbitos o lo que sería más fácil de decir, gente/empresas que se dedican al sector privado y otros al sector público. No voy a entrar cual es mejor, simplemente digo que hay dos sectores, y por tanto yo los miro desde diferentes puntos de vista.

Para explicar esta entrada pondré tres ejemplos, el primero tiene que ver con mi trabajo laboral, el segundo con la sociedad, para finalizar con las nuevas tecnologías.

Llevo varios años trabajando en el sector de la construcción/obra civil, y se puede decir que he visto de todo, y sobre todo me han comentado de todo. Una de las cosas más recurrentes es la corrupción de personas, obras, y demás ambiente que rodea este mundo. Que si una obra ha costado el doble de lo presupuestado, por errores o no, que si comisiones de personas que intervienen directamente o indirectamente en la obra, y que hace que se dispare la factura a final de mes, todo ello mediante historias que parecerían más de ciencia ficción que otra cosa. Cuando la obra es privada, y la sufraga un promotor o una comunidad de vecinos, no suelo entrar demasiado, que han tenido que pagar a un encargado bajo mesa para acelerar la obra o tener un trato de favor, pues allá ellos, es su dinero y ellos sabrán en que se lo gastan, pero claro, cuando la obra es pública, lo miro diferente. Que una carretera vale el doble, porque por medio hay gente corrupta, o que la obra ha sido concedida a una empresa de 600km de distancia de la obra, aunque salga más cara, porque la persona encargada de la adjudicación es amigo de la infancia del empresario, me toca las narices, porque al fin y al cabo esa carretera en parte la estoy pagando yo con mis impuestos, y es por eso que el tema no me hace mucha gracia.

El segundo ejemplo, tiene que ver con la sociedad, y con el deporte rey, el fútbol. El país se paraliza cuando juega la roja, eso no lo vamos a negar. Normalmente suele suceder por las noches, cuando la gente ya ha dejado su puesto de trabajo, pero en ocasiones, como sucedió tanto en la Eurocopa del 2008 como en Mundial del pasado verano, suele pasar en horas no tan habituales, como son por la mañana o a inicios de la tarde. Que una tienda, o un grupo de trabajadores de una nave industrial dejen de trabajar, ellos sabrán, o mejor dicho su jefe sabrá si hacen bien o no, pero lo curioso viene en la clase política. Uno de estos partidos, sino recuedo mal, el España-Suiza del mundial, se jugó a primera hora de la tarde, y lo sorprendente fue ver como en los telediarios de aquel día, la noticia más comentada resulto ser que el Congreso de los Diputados estaba totalmente vacío, los diputados habían decidido hacer campana, y encima salían por la tele diciendo su pronóstico de cara el partido que se iba a jugar. Vamos que encima de no atender sus obligaciones, se reían en la cara, no tan sólo de los ciudadanos, sino de las instituciones, a veces tan alabadas por la misma gente que no para de dañarlas. No hace falta decir que a mí esa situación me parece vergonzosa, agudizada porque todos esos personajes cobran de los impuestos que nosotros pagamos religiosamente.

Por último, voy al tercer ejemplo, y que está pasando cada vez más en estos tiempos que corren. Está relacionado con las nuevas tecnologías, y principalmente con Twitter. Ahora está de moda twittear a todas horas, que si en cenas, que si mirando la televisión, vamos que el móvil ha dado esa facilidad de la inmediatez, y a la cual estoy muy a favor, pero con ciertos límites. Que si sales a cenar y haces fotos de la comida para compartirla, o estás en un debate y quieres dar tu idea, pues me parece estupendo, cada uno es libre de hacerlo, pero que pasa cuando la persona es por ejemplo un político, pues mi visión cambia un poco. Por ejemplo que en un pleno de un ayuntamiento twittee el periodista acreditado, me parece correcto, su jefe decidirá si quiere tener empleados con twitter o no, no es mi problema, pero cuando el que twittea es el regidor en medio de los plenos, pues sinceramente no me gusta. Creo que el pleno bien se merece su atención al 100% y que se dedique a estar por la labor de tomar decisiones, al fin y al cabo muchos políticos cobran su sueldo gracias a nuestros impuestos, y por tanto la sociedad se merece que esté atento en los plenos. Cuando acabe el pleno que twittee, o escriba un post en su blog, me parecerá perfecto, e incluso no me meteré a que dedica su tiempo libre, pero cuando su sueldo en parte depende de mí, que menos de un mínimo de respecto aunque sea en los plenos del Ayuntamiento. No sé vosotros, pero a veces me da la impresión que todo lo que se hace por Twitter está bien, incluso es bueno para todos, pero lo siento, a mi no me hace gracia que personas, cuyo sueldo sale de los impuestos de los ciudadanos, estén más pendientes de la pantalla del móvil que de su trabajo, y sobre todo de debatir y llegar a iniciativas que puedan mejorar la vida de los ciudadanos.

La red social

Hoy se estrenaba en los cines de toda España la película "La red social" basada en el libro "Multimillonarios por Accidente" de Ben Mezrich, donde nos muestran la historia que hay detrás de la fundación de Facebook. Personalmente no me la podría perder, así que a las 17h, primera sesión de la tarde, estaba sentado delante de la gran pantalla.

Ante todo, decir que después de que la red social se creara hace 7 años, el hecho de que haya pasado de la pantalla de los ordenadores, a Hollywood, da idea de que este invento ha superado seguramente cualquiera de las expectativas depositadas por los creadores en su inicio allá en el 2003.

Tranquilos no voy a explicar el desarrollo ni desenlace de la película, ni tampoco pretendo hacer una critica cinematográfica, ya que únicamente soy un usuario de películas, el único que a continuación detallaré es una pequeña síntesis de la película, sin entrar en demasiados detalles, para no fastidiar a las personas que quieran ir a verla. Aún así siempre puedes dejar la lectura de esta entrada para después de ir al cine.

La película como todo el mundo debe saber a estas alturas, nos narra la historia de cómo Mark Zuckerberg, y sus compañeros de universidad, decidieron crear una web, inicialmente para valorar chicas de las fraternidades universitarias, para acabar creando una red social de ámbito mundial, con más de 500 millones de usuarios. El film muestra un Mark, digamos, a medio camino entre un genio informático capaz de hackear la seguridad de Harvard en un par de horas, y un loco inseguro con unas capacidades sociales nulas. Quizá diría que la palabra que le define mejor, es la de paranoico. No sabría decir si lo que le sucede durante su vida, es por el azar, o más bien nos encontramos ante una mente privilegiada capaz de controlar su alrededor, y todo lo que pasa en él. La cuestión es que en la película podemos ver tanto la vertiente más de pobre chico rechazado por una chica, como la de un hombre de negocios que sabe muy bien dónde quiere llegar, y que para lograr eso, no se detendrá ante nada.

Un film de traiciones de 120 minutos, que a pesar de no tener grandes subidas ni bajadas en su narración, mantiene el ritmo de una forma muy aceptable. Tanto la dirección, como el guión, así como las actuaciones diríamos que son muy correctas, aunque yo quizás no soy tan optimista como algunos críticos americanos, que la sitúan dentro de las favoritas de los próximas Oscars. Pero claro no me hagáis demasiado caso, no he visto nunca Titanic, porque ya el trailer me tira para atrás, y no sé cuántos Oscars ganó en su momento. A mí personalmente no se me ha hecho pesado de ver, todo lo contrario me ha gustado, aunque mi opinión quizá no es demasiado objetiva, ya que soy un enamorado del universo Facebook.

La película se narra en dos tiempos paralelos, uno que podríamos decir actual, donde nos van narrando los conflictos y demandas judiciales entre los protagonistas, y un segundo tiempo, donde nos muestran cómo fueron sucediendo los acontecimientos desde el inicio, el año 2003 con la ruptura de Mark y su novia, y la posterior creación durante aquella noche de Facemash, el embrión de la actual Facebook.

Seguramente la historia que se explica en la película, todo el mundo la puede intuir por donde irá, la creación de Facebook ya no es un misterio a estas alturas de la película, y nunca mejor dicho, pero no por ello pierde el interés. En Estados Unidos desde su estreno está arrasando en todos los cines, y seguramente hará lo mismo en nuestro país.

Como acaba la película, evidentemente no lo contaré, aunque decir sólo que el último minuto me ha gustado mucho, una gran forma de terminar la explicación de la historia, y que si realmente sucedió lo que nos muestran en los últimos segundos de la película, hace pensar, no sólo en la personalidad inclasificable de Mark Zuckerberg, sino que al final las relaciones personales están por encima de los grandes imperios empresariales.

Artículo que escribí el 16/10/2010 para la Web FBcat.com.

Fallece el actor Leslie Nielsen

Hoy nos ha dejado una de las personas que más me han hecho reír en esta vida, el actor Leslie Nielsen, bajo mi humilde punto de vista, el rey de la comedia absurda. No suelo utilizar mi blog para este tipo de noticias, pero el protagonista de centenares de películas, muchas de ellas del género cómico, bien merecían una pequeña mención por mi parte.

Aunque también actuó en películas dramáticas y «serias», su mayor reconocimiento llegó a partir de los años 80 al aparecer como secundario en las dos «Aterriza como puedas», pero sobretodo por ser el teniente Frank Drebin en las tres películas de la saga «Agárralo como puedas», estandarte de un clase de cine, muy criticado por algunos, pero que bajo mi parecer, un cine indispensable para alegrar ciertos momentos de la vida.

Luego llegaron muchos más «… como puedas» y las sagas «… movie» siendo una de estas secuelas, «Spanish Movie», una de sus últimas películas estrenadas hasta la fecha.

Falleció ayer a la edad de 84 años, y durante el 2.011 se estrenará su última película póstuma. Descanse en paz.

Más información sobre Leslie Nielsen, en el artículo del blog ¿Qué fue de…?

Por mi seguridad

tarjetas de creditoAyer me cambie de compañía de telefonía móvil, si después de mucho resistirme cayo el iPhone :D. Pero no os quiero hablar de eso, sino de una cosa que ha llegado a nuestras vidas y que se supone que es por nuestra seguridad.


Al empezar el papeleo con la tienda, no tuve de firmar ningún papel, firme sobre una pantallita digital conectada a un ordenador, que esta se encargó de poner mi firma en todos los lugares requeridos para la contratación de los servicios. Hasta aquí, se podría decir que todo normal, muchas empresas están cogiendo la rutina de hacerte firmar sobre una pantalla en vez de un papel. Y claro, no sé vosotros pero a mi me viene una duda, ¿donde va mi firma? Supongo que la mayoría de empresas son gente seria, no lo niego, y no utilizaran esa captura para el mal, pero si 1 persona entre 5000 no es buena, ¿qué pasa? No vamos a negar a estas alturas de la película, que en este mundo hay gente mala.

Pero lo que más me preocupa, es que después de las firmas y el papeleo, tuve de pagar. Evidentemente soy de los que a la mínima que puedo tiro de tarjeta de crédito, y quien haya observado las tarjetas últimamente, habrán visto que estas vienen ahora con un chip. Ahora cuando se paga con ellas, ya no hay que firmar, hay que introducir nuestro PIN para que el pago se realice con éxito.

Nos dicen que es por nuestra seguridad, por si nos roban la tarjeta no puedan realizar pagos con ella, ya que el número PIN es secreto para cada individuo. Pero que seguridad hay que te saquen el terminal de pago, te lo coloquen encima del mostrador, y te hagan poner el número delante de todo cliente y trabajador de la tienda. Lo siento pero yo no lo veo nada seguro. Intentas protegerte, pero claro, si proteges mucho el teclado no ves ni torta, y no puedes teclear el PIN correcto, por lo que acabas desprotegiendo el terminal, y tecleando el número de una forma bastante visible.

Después de este proceso salgo de la tienda convencido de que nadie podrá utilizar mi tarjeta, ya que los bancos, por mi seguridad, me obligan a teclear el PIN. Lo que pasa es que los bancos no piensan en todas las posibilidades, o quizás si lo han pensado pero les da igual, y es que mientras hago esta operación, alguien puede ver mi número, esperarme fuera de la tienda y robarme la cartera o simplemente darme un porrazo en la cabeza, para que seguidamente y sin dificultad vaya a un cajero y me dejé desplomado.

Pero sabéis que, yo no me preocupo en poner el PIN en lugares públicos, porque por mi seguridad, los bancos creen que este es el mejor método para utilizar mi tarjeta en los establecimientos.

Internet no es anónima

Navegar por la red, aunque a priori puede parecer una tarea privada y anónima, bajo mi humilde punto de vista es totalmente lo contrario. El tema de la privacidad de los datos no quiero entrar en esta entrada, quizás algún día lo haga, pero no hoy, pero si quiero centrarme en el tema del anonimato. Cuando una persona se conecta a la red, ya bien sea mediante wifi, cable, etcétera, se le asigna una dirección IP. Para la gente que no sea muy experta, diré que la IP es como la dirección postal de nuestro ordenador, y a la vez esta dirección es única (con matices) para cada dispositivo que se conecta al «mundo virtual». No tiene la misma IP un lector de Tokio, que un usuario de Tenerife.

Todas las webs, o al menos la mayoría de ellas, y esta no podía ser una excepción, disponen de códigos en la programación de las páginas que permiten leer y gestionar las direcciones IP de nuestros visitantes. Esto nos permite obtener números de visitas de la página, contenidos más leídos, países de nuestros visitantes, y gracias en buena parte a la dirección IP, y al rastro que dejan nuestros lectores en sus visitas. Yo no le hago mucho caso a las estadísticas, pero de vez en cuando me gusta ver que contenidos tienen más éxitos respecto a otros, y sacar conclusiones sobre la evolución de este blog.

Os he intentado explicar el concepto de IP de forma muy simple, si hay algún webmaster en la sala que me perdone por la simplicidad, pero quería que la idea quedara clara, y por eso no he entrado en demasiados tecnicismos y matices.

Y porque comento todo esto de la IP, pues por una razón muy sencilla. Esta web de vez en cuando recibe comentarios (evidentemente son eliminados automáticamente) groseros y de muy mal gusto. En este caso es cuando entro a mis estadísticas y observo la IP del remitente de dicho comentario. Aunque no todos, si buena parte de ellos proceden de una misma IP, y por tanto de una misma localidad. No entraré a valorar el tema, simplemente quería plasmar este tema en mi blog, y que cada uno saque sus propias conclusiones.