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Mi dieta cojea: Los mitos sobre nutrición que te han hecho creer

A4F5B08E-ABAF-4A84-9366-F01BC3AF7322Acabo de leer el libro del bloguero-dietista-nutricionista Aitor Sánchez, “Mi dieta cojea: Los mitos sobre nutrición que te han hecho creer”.

El libro tiene la intención de desmontar muchos de los mitos que la gente entiende como que son reales, y hasta yo mismo creía que eran totalmente ciertos. Y no los desmonta con palabrería, que va, lo hace en base a criterios científicos y datos objetivos sobre nutrición y dietética.

Me gustaría destacar del libro dos párrafos que me han parecido interesantes. El primero es sobre el concepto “natural”.

“A nadie debería sorprenderle que este contexto sea una cuestión comercial. Sobre todo cuando se sabe que en los últimos años, los key trends, las palabras más usadas en publicidad, han sido: natural, movimiento, energía, salud digestiva y sentirse bien.
Probablemente alguien piense: «Bueno, pues yo creo que lo natural es mejor, ¿qué hay de malo en ello?». No es que haya nada malo en lo natural, solo la clara imposibilidad de definirlo.

¿CÓMO SABER SI ALGO ES NATURAL?

Es un reto o casi una utopía tratar de averiguar qué es algo natural, sobre todo en alimentación.
¿Son nuestras variedades de cereales naturales?
¿Es una salsa de tomate frito natural?
¿En qué momento de la matanza la carne de cerdo deja de ser natural para ser un producto artificial? ¿El jamón serrano es natural o artificial? ¿Y la harina? ¿En qué fase de elaboración del pan deja de ser natural el trigo? ¿Qué procesos hacen que un alimento deje de ser natural? ¿La adición de aditivos? Si es así, ¿de qué aditivos estamos hablando? ¿La sal? ¿El vinagre? ¿Es natural añadir un cultivo de Lactobacillus delbrueckii bulgaricus o de Streptococcus salivarius thermophilus seleccionados entre miles de cepas a la leche parcialmente concentrada para hacer un fermento lácteo? Y al resultado de esa fermentación ¿le podemos llamar yogur natural?

¿En qué momento un alimento deja de ser natural si es que alguna vez lo fue? ¿Son la agricultura o la ganadería naturales?”

Y el segundo párrafo es nada más ni nada menos que la conclusión que nos narra Aitor Sánchez en el mismo libro, y que me parece muy interesante.

El porqué de los mitos

Los mitos que hemos repasado durante este libro son fruto de muchas y diferentes causas. Sería injusto culpar a un único factor como el responsable fundamental de esta colección de imprecisiones.
Cada capítulo tiene sus causas propias: a veces son hipótesis sin confirmar, otras son los intereses comerciales, los malentendidos o las simples tradiciones que se perpetúan en nuestra cultura alimentaria. Pero ¿por qué hay tantos mitos?
Sin lugar a dudas, los mitos perduran si el ambiente ayuda a ello. Será mucho más fácil que esto suceda ante, por ejemplo, una falta de espíritu crítico, una legislación que permita comunicar de manera fraudulenta y un enfoque consumista. Los factores se alimentan entre sí.”

Para acabar la entrada os muestro los 19 mitos que el autor desmonta en el libro, y si queréis podemos debatir en la zona de comentarios.

  • Mito 1. «Hay que tomar menos grasa»
  • Mito 2. «Para adelgazar basta con tomar menos kilocalorías»
  • Mito 3. «Hay que seguir una dieta equilibrada»
  • Mito 4. «No hay alimentos buenos ni malos»
  • Mito 5. «Hay que comer como dice la pirámide alimentaria»
  • Mito 6. «El desayuno es la comida más importante del día»
  • Mito 7. «Los hidratos de carbono engordan por la noche»
  • Mito 8. «Debemos comer cinco veces al día»
  • Mito 9. «Cuidado con el colesterol»
  • Mito 10. Tan sencillo como comprar pan integral
  • Mito 11. «Es necesario tomar leche»
  • Mito 12. «La carne provoca cáncer»
  • Mito 13. «No es seguro llevar una dieta vegetariana»
  • Mito 14. «Hay que comer más productos naturales»
  • Mito 15. «El azúcar es necesario»
  • Mito 16. «Tomar un poco de alcohol es bueno para el corazón»
  • Mito 17. «La obesidad es cosa de ricos»
  • Mito 18. «Los alimentos funcionales mejoran nuestra salud»
  • Mito 19. Aditivos seguros, aditivos inocuos

Por trece razones continúa

Una de las revelaciones del año pasado en el mundo de las series fue «Por trece razones», serie de Netflix. Una de las series que parecía que tenía un inicio y final muy claro, que no daba mucho margen a posibles continuaciones, pues la gran mayoría se equivocaba.

No tan solo esta grabándose la segunda temporada, sino que hay previsto una tercera temporada, y cuidado con lo que viene ahora, con Hannah, la joven suicida, como protagonista nuevamente de la serie.

Y yo me pregunto, ¿era necesario que continúe la serie?, ¿no estaba bien como se había terminado la trama?

Para mi punto de vista era una serie muy redonda y creo que lo mejor y más sensato era dejarla como estaba, pero claro seguro que el negocio es el negocio, y el dinero llama a más dinero, y con el éxito que tuvo la primera temporada han querido estirar del chicle aunque no tenga mucho sentido.

Veremos cómo continua «Por trece razones».

Superhéroes y Marvel

marvel
A raíz de darme de alta en Netflix y empezar a ver series y películas de superhéroes, vi que muchas de ellas tenían la autoría de la compañía Marvel y que en muchos casos tenían puntos de relación entre ellas, así que me pregunté, ¿hay alguna forma de verlas cronológicamente?

Y fui a parar a la siguiente web donde encontré una forma de visionado para estar al día de todas las tramas, así que hace algunos meses empecé a ver la lista completa del universo Marvel.

A día de hoy me encuentro visionando la cuarta temporada de «Marvel’s Agents of SHIELD», habiendo por tanto visto las pelis de IronMan, el Capitán América, Thor, Los Vengadores entre otras y series como Agente Carter, Daredevil.

Podría decir que hay de todo, cosas muy buenas, otras no tanto, y como no, mediocridades, pero si eres fan del universo Marvel tiene su gracia ver como se interrelacionan las películas y series entre ellas.

No todo lo puedes ver por Netflix, pero no creo que para los adictos sea un problema eso, ya que son fáciles de encontrar en otras plataformas.

Caballeros a sus caballos

Caballos
El caballo de batalla, sobre el que cabalgaban los caballeros medievales para combatir o en las justas, era el corcel. Se solían proteger con una barda, hecha de cuero o de metal, a modo de armadura y eran ejemplares verdaderamente poderosos, capaces de soportar el peso del caballero y su armadura sin problemas. (Extraído del siguiente enlace).

Fotografía tomada durante la Feria Medieval de Castelldefels.