Ni Hamilton ni Alonso, al final Raikkonen se proclamó campeón de F-1 del 2007, si es que ya se sabe, de las batallas entre dos, siempre sale un tercero ganador.

La verdad es que me alegra el desenlace final, y muchos diréis ¿por qué?, pues muy fácil, primero porque Hamilton ha tenido, no sólo toda la ayuda del equipo McLaren, sino de la propia FIA que han hecho todo lo posible porque el inglés ganará el mundial, y así el joven corredor lo ha dejado escapar en las dos últimas carreras del campeonato, donde no ha estado a la altura de las circunstancias, se ha comportado como un novato mimado.

Y Alonso, pues todo lo bueno que tiene dentro de la pista, ya que esto nadie lo discute, es de fanfarrón fuera de ella, lo siento lo reconozco no me cae nada bien, no se puede ir así por la vida con ese aire de prepotencia y superioridad que demuestra en cada palabra que le sale de la boca.

Así que ya les esta bien a Ron Dennis y a todo el equipo de McLaren que hayan perdido este campeonato en manos de los Ferrari, aunque hasta el último momento han intentado ganar el campeonato al despacho con un absurdo recurso de última hora.

El Ferrari, es italiano y quizás no me despierte mucha simpatía este país, pero debo reconocer que me atrae la marca, sobre todo después de ver a Tom Seleck con su Ferrari 308 GTS como vacilaba por la isla de Hawai en su mítica serie televisiva Magnum.

Ahora solo habrá que ver que pasa en el futuro, ¿Alonso se mantendrá en McLaren?, ¿le cortarán el cuello a Ron Dennis los capos de Mercedes?, todo esto y más, en 2008.